La isla de Flores, punto más occidental del archipiélago de Azores, concentra junto a otra de las colonias portuguesas de ultramar, la isla de Madeira, los mejores cañones del país luso. Se trata de descensos excavados en roca volcánica, rodeados de una vegetación exuberante y, en algunos casos, con finales apoteósicos donde el agua dulce proveniente de las entrañas de la tierra, se funde con el agua salada al precipitarse en el mar a través de cascadas increíbles…
Durante el viaje que realizamos en septiembre de 2014 a Flores, pudimos descender sus cañones más interesantes. En Azores el descenso de barrancos es aún una actividad relativamente joven, ya que todos los barrancos han sido abiertos hace escasos años por los integrantes de la sección de canyoning de la Associação Desnível (Portugal), capitaneados por el también portugués Francisco Silva.
De las islas que forman el archipiélago, la de São Jorge y especialmente la de Flores, son las que concentran el mayor número de barrancos abiertos, seguidas de São Miguel, Santa Maria, Faial y Terceira.
Flores me ha parecido un destino increíble, muy virgen y relativamente poco explotado aún a nivel turístico. Sigue ofreciendo el sabor puro e inalterado de una isla marinera que ha permanecido aislada a lo largo de los años, fruto de estar situada en el punto más occidental de la Europa insular. Aunque, ni las montañas y por consiguiente los barrancos, tienen la envergadura y grandiosidad de Madeira, sí que ofrecen descensos con una orografía muy característica, donde una de sus principales señas de identidad la brindan la gran cantidad de cañones que desembocan directamente en el mar.
Toda la información de los cañones del archipiélago de Azores, así como la guía publicada por Francisco Silva, Maria Do Céu Almeida y Paulo Pacheco bajo el título “Por caminhos de água nos Açores” puede obtenerse desde la Web de la Associação Desnível: http://www.desnivel.pt/canyoning/canyoning-portugal/canyoning-acores/